domingo, 12 de junio de 2011

Celebración

El almuerzo de los Canotiers. Auguste Renoir

Ante la apatía del dios
el ritmo obliga a un soplo inédito.

Se abre, palpitando, la tierra.
Aquel llamado a celebrar
ha emergido.

La huella de tu paso es permanencia;
todo lo que contemplas también lo serás tú.
La conciencia es memoria
y el más hermoso cántico
ha de ser breve.

¿Dónde está la consumación sensible?
¿Dónde penetra el sueño de tu impalpable música?

Vivir es celebrar el agua. Celebra el manantial.
Sal hacia la pregunta
―cada vez que te alejas
estás más cerca.
Las manos se abren.
Se transforman tus medios.
Celebra el polvo que te muda.
Celebra el fruto renovado
que es el amnios del firmamento.
Quien vive solicita un lugar de celebración.

Aquel llamado a celebrar ha emergido
como un diamante
en el silencio de la pérdida.

sábado, 11 de junio de 2011

Presencia de Ítaca

Storn over Antwerp. Eugene Louis.

“Pide que el camino sea largo….
con avidez aprende de los sabios…
Que Ítaca siempre en ti sea presente”

Del poema “Ítaca” de Constantino Cavafis.

No te envilezcas
en el estéril trato de los días,
el viaje es el pulso de tu deslumbramiento;
en sus cauces discurre el brío de las horas.

¿Por qué la angustia ante la extraña condición?
¿Acaso el alma divagará en desgracia
por esos derroteros?
¿Quizá nos golpee el abismo
con la nada absoluta de su hielo?

Acércate en la sombra a la expansión de tu viaje.
Muestra firmeza en lo desconocido.
Que Ítaca siempre en ti sea presente.

martes, 7 de junio de 2011

Hoy he sentido la amnesia de los años


Approach to Venice. Joseph M. William Turner

Hoy he sentido la amnesia de los años
desollando despacio nuestros nombres;
las raíces palpitando cebadas por el agua
y la tierra, hélice oscura,
lentamente espesando mis arterias.

Sumemos otro año para ser invitados de la tierra.

Hoy he sentido en las fronteras de la ciudad,
en los embarcaderos débilmente encendidos,
romper el mar sus improvisados peces.

Partamos hacia los reflejos que en el azar se pierden.

Hoy he sentido la inquietud de los campos sin límites
y a lo lejos el frío de una estrella.
Aquel hombre que cuida del espanto tiene el rostro desvanecido,
una máscara le devuelve sin el pánico de los ojos;
están calientes sus pulmones y quieto el corazón.

Se palpa la desdicha
mientras la hierba se empoza de cenizas.

Algo pasa, no sé que es
pero hoy he visto un río detenido,
como si el mar errase
o también fuese omitido.

domingo, 5 de junio de 2011

Paisaje


Paisaje Port Lligat. Salvador Dalí

Ahora, en esta habitación,
ligeramente encendida,
aletea una mosca al ritmo de Count Basie;
mi mente es una muchedumbre de enredos y memorias.
Tras la ventana, la calima expande sus pulmones silenciosos
y reposa dormido el absoluto del mar.
Es un soplo de plenitud la hora larga y lúcida,
mientras, en lejanía, los acantilados avanzan sus planos agrios,
partidos sobre el fondo azul.
El perfil de la costa, limpia ahora, se inflama al Sol.
De pronto, como un fino escalpelo, una arista de piedra,
encallada y perfecta, me extrae intacto un sueño.
Resulta extraña la apariencia de esta ficción;
su génesis viene de lejos,
de versos embadurnados, de inestables eternidades,
pero su “principio”, su "médula", es inefable arquitectura,
instante que ocupa un espacio totalmente mental
por inmutable:

A la orilla de un río yace un moribundo;
la última espada de luz
ya se espesa en su entraña oscura.
Es muy densa la helada expresión del rictus,
y en el fondo de sus pupilas
se siente aún la sangre
… la vida.

Al otro lado
de la corriente
un caballo de vaga esencia,
quiebra el tiempo, el río,
las formas
y todos sus perfiles transmutados.

miércoles, 1 de junio de 2011

La pregunta


Pareja con las cabezas llenas de nubes. Salvador Dalí.

“me has regalado el mundo, me lo diste una noche
con su brillo cambiante y su gesto inclinado”
Andrés Neuman


Por qué las cuevas son una enfermedad de la luz.

Por qué todas las banderas parecen faldas muertas.

Por qué siempre en la pena
aparece el gesto inclinado
del eje de la tierra.

Por qué un reloj en la noche
es como un ojo abierto que respira.

Por qué el río es el tiempo.

Por qué las nubes se atraviesan
sin tener, necesariamente,
que estar soñando.

Por qué el otoño es como la gente;
una trama de palpitante sensualidad.

Por qué las curvas son un absoluto
que siempre se equivoca.

Por qué el amor
existe sólo en el deseo de lo otro.

Por qué los cuerpos
a veces se perciben
como si fuesen el alivio de un tormento ancestral.

Por qué la belleza
siempre aparece
en el brillo inconcreto de la plata en el agua.

Por qué todas las manos
buscan la intersección de las paralelas.

Por qué la ternura se extiende
como un lamento silencioso.

Por qué las palabras del verso
parecen un puente estresado.

Por qué las cruces son siempre las guerras.