sábado, 28 de diciembre de 2013

3 estaciones no sólo surrealistas

Mujer en la playa. Antonio López.


I
Las raíces del hombre son de hierro oxidado,
de romances hambrientos,
de sienes ungidas de oro.
Raíces que sufren la sed con su cresta en llamas.
Raíces que abren el agua a los misterios de la tierra.
Raíces del pensamiento espontáneo, del tiempo nutriente
y comunal.

Las raíces de las montañas
son más flojas que las raíces de mis manos
que profundamente se hunden
en el pasado
donde germinan las raíces de tus nalgas.

II
Me distraigo sintiendo,
como decía Alberto Caeiro,
porque fue siempre mío el pensamiento
y su naturaleza sentimental. Siento la tarde
que se completa en una piedra sola
iluminada por un sol casi muerto.

En todas las tardes de mi vida
una calavera roja me contempla,
y me distraigo
pensándola sintiéndola
como un flor apagada.

Me distraigo en tu cintura ciega
echada sobre la blanca piedra
donde descansa el viento al mediodía.

III
En la desnudez mineral,
desde el cuarzo al llanto.
En el húmedo fulgor de una belleza oreada.
En la palpitante rosa de la tranquilidad.
En la carne vegetal de tus senos; en su fuego auxiliador.

En cada una de las playas
donde un piano
teclea lentamente
las eternas sonoridades de la arena.

Pero sobre todo
en los blanquísimos estambres de la luz
cuando su polen encinta tus ojos.

sábado, 14 de diciembre de 2013

2 + 25 tercetos

Haiku. José Mamuel Cabra

I
No nombrar,
no describir, sino inventar
la rosa en la palabra;

la palabra, que se sublima
en la poesía,
como la piedra en el epitafio.

II
Ya restituye
el primer cántico
todo el aire en litigio.

III
Fluye el vigor
hasta esfumarse
en las más altas flores.

IV
La semejanza
donde se asientan
los abismos del cuerpo.

V
Cuántos ojos
caben en una mirada,
cuántos en la red de la noche.

VI
Pájaros, flores, huellas,
cuerpos de la ausencia
que patean los caballos reflejados en el agua.

VII
Las horas van dejando
tigres blanquísimos
agazapados en la sombra.

VIII
Todo es gris y silencioso
como si hubiese llovido.
Este instante ya es pesadumbre.

IX
Esta es la hora
en que las aguas nacen,
cuando despacio te respiro.

X
Nadie se sorprendió
cuando más allá de la noche,
se escuchó agrietarse el cristal.

XI
Dentro de la rosa
donde el dios
se hace mujer.

XII
La transparencia
que como el humo
hace espuma en el cielo.

XIII
Las aves sueñan
al atardecer,
cuando pierden sus nombres.

IXV
Estos sonoros ríos recuerdan
aquellos años,
cuando la maravilla.

XV
Un día fui lo más bello,
la serpiente
amada por la hierba.

XVI
Cuando ella se fue
nos reunimos
bajo los pórticos cargados de sensualidad.

XVII
Es raro, pero
muchas veces la vida
se vacía en el mar.

XVIII
La pena, hacia su término,
tiene la dulzura del frío,
su oscura profundidad.

XIX
Alguien trazó la pena,
un fuego sobre el mundo.
Pero nosotros huimos sin ser destruidos.

XX
Entre tú y yo,
manteniéndonos,
el oxígeno que nos destruye.

XXI
Fuimos camino
y basura a medias.
Fuimos vida.

XXII
Un canto atravesó su corazón;
fascinada
quedó la alondra al caer.

XXIII
Blancas magnolias
adornan el perfume
de la miseria.

XXIV
Siempre los siglos
se inician a un infierno
de estirpes y de guerras.

XXV
Tierra, amor mío,
en ti reposan los hierros azules
de todas las batallas.

XXVI - Gernika
Contemplamos la tela
y mil señales
nos delataron.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Gimnopedia

La Danza. Henry Matisse

Quién puede soportar una noche de sangre sólida,
el alma destrozada
y los lobos que esperan.

Se precipita el sueño en la llanura,
se dispersa en la brisa como la fatiga en las manos.
No existen límites,
toda la muerte se diluye al alba,
las negras apariencias,
los imaginarios horrores.

Sube al llano del monte,
el primero que el Sol enciende
y baila para mí la Gimnopedia.
Te prefiero
poseída en la luz
que gozada por una noche carnívora.
Templa tus nervios,
salvaje e hirsuta como la piel de los escudos.
Es de opio el resuello
que embriaga tus ojos francos,
muy grandes, inundados de océano.
Ciñe al dios, apura el deseo,
ropas, curvas, muy largas,
el trazo del perfume pintando el aire;
una seda infiltrada del aroma
se repliega en mi pecho.

Baila,
quizá en nosotros se acreciente la paz.
Elévate,
quizá se encienda el firmamento en nuestras sienes
y logremos sentir el corazón de las estatuas.

Sube a conmemorar las cruces de tu juventud
mientras pasan los hombres,
mientras la tierra pasa
y me queda este goce
para el resto del pensamiento

sábado, 30 de noviembre de 2013

La cal de los paredones

Paredones de fusilamiento

A todos los olvidados de nuestra memoria histórica

Cabellos negros, serpientes negras,
tumbas abiertas, cueros vivos.

En la cal de los paredones
todavía germina el ocio de las balas.
Hay cruces encendidas bajo el suelo;
se ven sus llamas
en la flor de las fosas.

Esta tierra desprende recuerdos,
huele a claveles rojos que entintan la memoria.
Entrelazados mares se pudren aquí dentro.

Todo se quiere confundir,
hay tanto sueño al fondo de la contienda...
Hasta la sangre
que no cesa
se quiere secar en el olvido.

A dónde mira una ventana enterrada
sin los ojos del día,
sin el aliento de las semejanzas,
sin la noción
de los rostros soñando.

La permanencia en el amor
es una ola
siempre reventada de espuma.

lunes, 25 de noviembre de 2013

El último amante

La cercana pubertad o Las Pléyades. Max Ernst

El último momento, el del último amante.
El vencimiento de los mares.
La derrota
inútil
de la pena.

El río desespera en su quietud,
cuando vuelvo es la misma agua
la que fructifica mi sed.

A ti y a mí, nos extravía una respiración
como un camino que se pierde a lo lejos,
la curva de un puñal
en un domingo por la tarde;
paisajes de llagas, de nervios,
de cerebros que olvidan.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Espérame en cualquier sitio

Habitación de hotel. Edward Hopper.

Alguna vez la vida tuvo fe
y miradas henchidas,
forzando al agua
a una crecida más cercana.
Puede la lucha –diosa intensa-
devolvernos los nombres,
para ser las columnas
de amor de cualquier día.
No puedo entregarme al futuro sin esta luminosa certidumbre.
¿Quién no suplicó alguna vez
incorruptible
al cabo de los cuerpos destrozados en la miseria?

A la hora de subsistir
los años
han de ser compartidos.
Espérame
en cualquier sitio.

domingo, 17 de noviembre de 2013

La luz traspuso una grieta

Grieta. Fotografía de Gonzáles Pedemonte

La luz traspuso una grieta;
de repente empezó a llover
el azúcar quemado de la tarde;
todos los aldeanos
degustaban el cielo, los últimos granates
del cielo que caía.

Entonces fue cuando me olvidé;
nada más me olvidé.
Sólo recordaba la sed de las manos.
También sentía
el corazón magnánimo con su ritmo de furias,
y una mirada rebosante de estrellas vacías,
esas que casi oscurecen el centro de la galaxia.
¿Qué cómo es una estrella vacía?
Las estrellas vacías no dan aroma,
sólo son una claridad difusa
como unos pies desnudos que orillados se intuyen en el agua
o una madre soñando en su útero un niño casi transparente.

La luz atravesó la grieta, la última grieta;
entonces fue cuando decidí desaparecer.
Pero antes comprobé que todo se cumplía en la disolución.
De los rompientes de la tierra
solo quedaban redes de frío que alargaban los vientos
y la configurada dicha de mi cuerpo en la cumbre.
Todo iba por fin desvaneciéndose.

Ahora,
salpicado de algún que otro espacio,
el tiempo es cada vez más mío.
Lo malo es todo este olvido amontonado,
siempre aislado entre recuerdos,
tal como ocurre en esos calveros del monte
donde los árboles parecen proteger la evidencia de una nada.

Aunque los años devuelven algunas cosas,
siempre cambian desperdicios
y mareas resecas por raíces vivaces
desesperadamente buscando sus tallos.

domingo, 3 de noviembre de 2013

verso virgen IV apocalypse now

Fotograma del film Apocalypse now

nos extinguíamos en el cansancio anónimo
de vivir de espaldas
la nada
despertando en las imágenes del pasado
y en los libros incorruptibles
su avance resonaba sobre las losas del siglo

todos los caminos perdidos todas las ciudades sumergidas
todo el poder corrompido todo la selva incendiada
pechos inéditos ofrecidos a la guerra hombres de cristal brillante
colgados de la noche eterna
cadáveres hinchados salpicados por la luna
en opulenta órbita sobre el mundo
estrellas diminutas que caían
muy adentro del corazón
así era la imagen del desastre
después de una lluvia de fuego
después del olvido

ahora sobre mi frente el silencio es una rosa impura
la lluvia se me escapa
como un canto en el pozo de los encuentros

cavad en las tierras del cielo
hasta que sintáis el oscuro silencio del ausente

se intuye la palpitación de una sombra
su deflación de arenas grises
flacas láminas
pero pesadas como planchas de hierro
los millares de formas de uno mismo
presas en sus encantamientos
como una perla no tocada
sumergida en el mar de la tranquilidad

viernes, 1 de noviembre de 2013

verso virgen III

Morning sun. Edward Hopper

el ojo del Sol ama lo que yo amo
el agua que va del mar a mi cuerpo
la luz de la ventana por donde pasa el silencio
y los fuegos blancos del patio

la noche tiene un río de caras
y una mujer que se desnuda abriendo la mañana
así empezaban sus ojos
creando lagos
enjuagando platos y manteles
recuerdos de luz amada
mientras la tierra fosforecía
quemando pensamientos
mientras cruzaban todos los barcos del cielo
imponiendo sus proas de espuma ingrávida

aquella mujer cayó de lleno
en medio de un eclipse que oscurecía su frente
cayó de lleno
hundiendo sus palomas en mis palabras
esta noche otro animal abrirá la mañana

por qué quisimos sentir el mundo
sentir los países que crecían
entre tu ruina y la mía

por qué nunca llegábamos al infinito de la calle
a su semáforo de estrellas húmedas

tendríamos que lavar el corazón
para tocar la belleza del mundo

lunes, 28 de octubre de 2013

verso virgen II

Fotografía anónima

recuerdo que tocaba el cuerpo del dios
y sus dos columnas de silencio
tocaba el miedo que venía de sus ojos
de un dios que sin pestañear había mirado a los ojos
recuerdo que había mercurio o aceite en sus labios
que hacía que las palabras se deslizasen sin tropiezos
untuosas de significados
un rumor constante de sabor frío y olor a niebla
de carne hervida cansada de tanta paciencia

recuerdo ahora
que hablaba con el borde exterior de las palabras
de una sabiduría trágica a las inercias del destino
un murmullo desgarrado
cuyas trapos se incendiaban
en un presente
que escapaba inasible

cayendo desde un gesto después del rostro
me zambullo en el lodo del tiempo
me desgarro íntimamente
desde la órbita abstracta de un planeta enano
en la falsedad de su impresión onírica
hambre contra hambre
hombre contra hombre
en un encadenamiento urgente y melancólico

y no es bastante un día
ni un año ni un siglo
ni una vida ni una muerte es bastante
no es bastante tu piel enlabiada
como si fuese el puro placer impuro
estar hambriento no es bastante

no es bastante una lágrima como una lágrima
el mar como si fuese el mar

domingo, 20 de octubre de 2013

verso virgen I


Foto anónima

Al poeta y amigo, Francisco Lobo

sostengo la sed como el espejo la fuente
mar servido como una onda musical
un llanto cuya fronda son pájaros azules
sostengo la verdad como la momia a los escribas
como lágrimas lejanas
la piedra del rencor sobresaliendo
nítida entre las aguas

líneas inquietas atraviesan tus ojos
rejas de la ceguera
todos dormimos girando la noria del cosmos

yo miraba la medianoche como un mundo partido en mil
voces del dios tiñendo las sepulturas
mi vida tu vida existencia de luces entalladas
entre el hambre y vacías tumbas sin misterio
acartonados y rancios aromas de algún bien supremo
nadando en un agua amarga
sin tocar las orillas carnosas del tiempo

pasamos llevando las hojas de la guerra
los fangos rojos los harapos de algo
lo que fue del color en esta tarde negra
lluvia encerada de calles tiesas con cielos helados

la impaciencia viva sin paisaje que agradecer
las cosas
sin el aire que las conmueva

domingo, 29 de septiembre de 2013

Un hombre insoluble


Oficina en una ciudad pequeña. Hopper

Un hombre ¿solo? Con su yo soluble.
                                          Blas de Otero


Después de leer a Blas de Otero
he pensado en probar
algún verso de perdedores:

Naciente o terminante
un hombre
solo e insoluble, indescifrable
…………………………
Hasta los tuétanos
me ha llegado este viento ardiente,
hasta las sienes este mar de fuego
………………….
Un destello de sombras,
una emulsión de dioses muertos.
………………
Hay ríos perdidos
que no saben del mar en calma
Hay infinitos orbes en nacimiento
sobre otros mundos aplastados.

……………….

Sí,
aquí en la hamaca
voy ensayando algún poema
de desahuciados
mientras tiemblan tus nalgas,
en la luz de la luna
lustradas,
mientras las extensiones íntimas
de la mañana
quedan desangrándose de tanta noche herida.
Quiero enfilar mis versos
en la derrota de la sangre disparatada,
contra el hielo y contra la calles
que no sienten la carne que roza sus fachadas.

Hoy deseo escupir a los días sin rumbo,
y airear el sonido de las flautas.
Quiero sombras de paloma al fondo de las aguas.
Quiero todos los ruidos de un mar embravecido,
ser la ola y la luz
que al final se extinguen y estallan
en un labio de grava.

Que todo sea nada
que ni siquiera sea el miedo,
la sed de los hipócritas,
y los perjuros de la fama.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Las aguas bajo el puente

Footbridge at Passy. Henri Rousseau

Se revela tu piel entre los fluidos de la destrucción,
y excitada se amplía la imagen de la rosa.
El silencio y todo el aire son tuyos,
apenas queda algo que tasar.

Redimida, sangrienta,
te levantas y empujas tu lancha río abajo,
y mientras tu espacio se agota,
el tiempo se convierte en agua.
Sí, el día, tu vida
ha transitado como las aguas bajo el puente,
acaso como hierba instantánea
en un cauce arqueado de estrellas,
como la pérdida
cinco segundos antes de la concentración.

Ven, siéntate conmigo en esta roca,
inhalemos el bálsamo de alguna guitarra
o de algo que parece crecer
en el incendio de otra naturaleza,
de otra razón
intuitivamente sentida.

Continuaremos siendo
aunque nadie publique las cartografías
de nuestra endeble juventud.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Los hombres mudos


Hombre. André Masson


A José Martínez González, A Eugenio Ferreiro, mis abuelos;
a José Martínez Riande, mi padre;
todos ellos hombres mudos.

Yo ejecuto lo apócrifo
y la urgencia precisa de lo efímero.
Está en el hijo la heredad precaria,
pero de eterno fluir subterráneo.
Yo persigo al Ser cauce;
yo debo propagar lo intenso de su imagen,
su discurrir acrecentado.

Yo soy hijo del tabernero,
nieto del zapatero, nieto del percebeiro.
Yo soy el brote de una tierra oscura
que infatigablemente desentierra a sus hombres mudos;
fecundo suelo de hombres incalculables,
hombres río, abarrotados de desembocaduras,
hombres salinos, hombres rápidos,
nítidos, absolutos como una alma corpórea;
los hombres pájaro
que llueven a la tarde distraídos
como si nunca hubiesen muerto.

Ellos se dejaron atrás la forma de vivir más incansable.
¿Estaremos a tiempo de su muerte?
¿Estaremos a tiempo de rectificar
quietos, resueltamente quietos,
librando su amargura?

jueves, 5 de septiembre de 2013

La avidez de un afán

Puesta de Sol. Joan Abelló i Prat

Estímulo de luz como fermento blanco,
fértil en la distancia del retiro oriental,
donde — sagrado mito— una diosa abisal
resplandece traslúcida en su desnudo franco.

La llama del glaciar ardiendo en el barranco,
en el erguido circo de un destino ancestral,
cuando se hunde armónico —pureza de cristal—
el magnífico alud que relumbra en su flanco.

El arrogante empuje ascendiendo al acebo,
a sus sienes de agua —palpitando en la rubia
semilla candeal, cuando la savia experta
disuelve los prodigios que procrean de nuevo.

Así, serás raíz fecundada en la lluvia,
la avidez de un afán que en el humus despierta.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Como una lancha sumergida

El puerto del Havre de noche. Aureliano de Beruete y Moret.


Hace tiempo que empuja la estación.
Se enciende la belleza
en el calor paciente de la casa.

Cuando te fuiste
se perdieron los huesos del verano.
De la ropas tiradas en el suelo
quedaron trozos amorfos del amor
y exfoliados aromas de una carne
ya muy lejana.

El temor y el ultraje hablan
de las cabezas, de las extravagantes mímicas
de los derrotados.

Pero así como titila en la niebla
el filo de un cuchillo,
reaparece tu presencia
en la humareda de los días.

Todas las cosas de la ausencia,
son como buques quietos
que no lastiman; en su desesperación
van rozando desde muy lejos
los objetos marinos
y también los delfines interiores.

Pero sí que duele el peso de algunas maromas,
esa animalidad que surge
inesperadamente
en la frialdad de los puertos,
sesgando las esquinas, tropezando
de frente con los sólidos
del aire,
antimateria impura,
revés de los acuíferos de oro.

El postrero naufragio de tu avance
resistirá como una lancha sumergida,
envejeciendo quieta
pero soñando,
y que llega así; llega
abandonada a su morirse.

sábado, 31 de agosto de 2013

Otra vez se estremece la verguenza


El triunfo de la muerte. Pieter Brueghel el Viejo.

Fue del otro lado del mediodía
de donde vino el frío;
la tarde concibió más sangre
y la noche más muerte.
Sí, fue entonces cuando sufrió la ciudad
la ignominia y el desarraigo.

¿Qué ausencia gotea
en cada hombre
destruido en el anonimato?

Otra vez se estremece la vergüenza
como una vida avariciada;
siempre retorna
en un tsunami a la deriva.

Otra vez, nuestro límite
se espesa al borde de los dedos.

Con mis pies
hundidos en el barro
miré al sol cara a cara
y muy adentro vi
la sombra de los continentes
y las pálidas manos de los muertos.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Tacto polvoriento

El coloso. Francisco de Goya

La plaza se hundió rodando sobre los raíles del destino, y se desvaneció
con todas las cosas que habían sido,
con todas las formas olvidadas de el mismo y de Ben”
Thomas Wolfe “El ángel que nos mira”

Hoy he sentido el tacto polvoriento
de la ceniza de otros hombres;
he sentido todas las sombras
como una bocanada
que en el atardecer se hace conciencia.

Sentía aquel instante
inmensamente largo
conteniendo toda la muerte,
y vagos fraudes del deseo,
de la memoria,
del miedo...
de las promesas.

El valle estaba salpicado
de bólidos caídos que buscaban su luz.
En las alturas de la noche
vibraba el silabeo de nubes dolorosas,
y el firmamento tenía barrancos reales
con sus espacios negros y cerradas curvas
de eterna soledad y húmeda traición.

jueves, 27 de junio de 2013

La súbita espiral de la procreación

Noche estrella. Vicent Van Gogh

Incomprensible, contemplábamos
el vacío mirar de los caballos.
Sin miedo
el campo se agrandaba en la corriente
de nuestro llanto ínfimo.
El ángel descendiendo
con el innumerable tigre del infortunio.
Pero nosotros
nada sabíamos
de los marchitos pétalos del cuerpo.
Nos olvidamos de la edad
y de toda la arena que el tiempo va dejando.

Giró el viento y fluyó la lujuria nocturna.
Por fin quedábamos desvanecidos.

Así el fulgor del cosmos,
el ensayo de los abismos, el sereno
ritmo de sus cauces,
como si redimiese todo el tiempo
a una humedad sin palabras; la muerte
que devuelve la vida, enalteciendo
la íntima belleza de la tierra.
La súbita espiral de la procreación.

martes, 4 de junio de 2013

Obediente a sus bestias

Caballos dibujados con trazos de manganeso. Arte prehistórico

Al otro lado de la puerta, la tierra se queda vacía.
Está el paisaje callado e incomprensible.
Sobre los campos, tu aliento
se esparce buscando la vida,
entre sus pliegues va
la salitrada esencia de tus pechos,
como aves blanquísimas, nieve
o estatuas vaporosas.
Ahora mismo me llega el sobresalto
de una pureza
que todavía no es contradicción,
y en ese trance
de tu resuello
parece abrirse el delicado borde
de las estrellas.
¡Ah… la vastedad de un espacio en llamas!
¡La herida de una idea fija, lo avieso de su ritual!

Quédate donde los pedazos del verano
ya no envejecen
y las almas arrostran una biga
de caballos embravecidos.
Cuerpos de amor,
obediente a sus bestias.

martes, 30 de abril de 2013

Palabras enganadas / Ahora aí

Viento. Wou-Ki - (Zao Wou-Ki)

I

Ás veces, nos remuiños
do vento
poden vagar palabras miñas
esvaecidas,
e chegar a ti enganadas,
perder a primeira intención
e cun renovado devezo,
cunha nova amplitude de aireada experiencia,
tentarte.

II

Agora, aí, neses lirios,
ábrense as túas mans
branquísimas.

Báñate aquí, nese gurgullo, mentres
o teu ventre esparexa sal.

Alí, mira, na sabia dos plátanos
decorre o celme
dos teus nevados peitos.

A túa mente sobe a montaña;
os teus sonos son a brétema que irrompe no piñeiral.


Versiones en castellano:

I

A veces, en el viento,
pueden vagar palabras mías
perdidas y llegar a ti equivocadas,
perder la primera intención
y con un renovado gozo,
con un nuevo sentido de aireada experiencia,
tentarte.

II

Ahora, ahí —en esos lirios—
se abren tus manos
blanquísimas.

Báñate aquí,
en esta fuente,
mientras tu vientre esparce sal.

Allí, mira, en la sabia de los plátanos
corre el sabor de tus nevados pechos.

Tu mente sube la montaña.
Tus sueños son la bruma que irrumpe en el pinar.

sábado, 27 de abril de 2013

La extensión de la amenaza

Alexander Greeting A.B. Seaman Ulysses M.A. Evans, Jr., at the Food of the Colossus of Peanigh. Malcolm Morley

Ahora que el miedo nos sacude
en la intimidad de la lluvia
y en el humo latente de la niebla,
quiero volver a germinar sin rumbo
en los vivaces elementos que las cosas inflaman.

Como una piedra en un mar que desciende,
quiero hundirme hasta el fin y con toda la sangre
al revés;
sin buscar alguna tristeza que muera,
disiparme
en un extravío remoto
que aun no sea recuerdo.

Arribar allá, donde los andenes marítimos
son como caballos azules
que atraviesan trotando los océanos,
persiguiendo los nombres aun no ratificados,
los nombres sin los hombres,
los hombres sin los nombres.
Donde sean inseparables
hierba y viento, piel y sudor.

Pronunciar larga y dura la pena
en una borrachera mordida por el rayo.

Inventar figuras que piensen estar viviendo,
colmillos delicados que perforen suavemente
la carne de la sombra,
crepitando despacio sus húmedas pasiones.
Cuerpos sin definir apenas,
montes que rugen
como exaltados dinosaurios
de peso silencioso
por prehistórica ruina.

jueves, 25 de abril de 2013

Do puro e impuro

Night. Wassily Kandinsky.

Unha vez que a luz
se ateiga de sombra,
non a proclama, apréndea
lentamente
nun abraiado silencio.
A súa aparencia non cambia, e só
a beleza, o seu celme deléitaa.

A pureza contén en se mesma,
é
unha opresión de impureza,
pois nela delóngase e nela complétase.

Unha vez que o puro cingue o impuro,
non o mostra,
apréndeo lentamente,
en mesturado silencio.
A súa aparencia non cambia, e só
a beleza o seu sabor deléitao.


Versión en castellano:

Una vez que la luz se satura de sombra,
no la proclama,
la aprende lentamente
en un extasiado silencio.
Su apariencia no cambia,
y sólo la belleza, su sabor la deleita.

La pureza contiene en si misma,
es,
una represión de impureza,
pues en ella se alarga y en ella se completa.

Una vez que lo puro abraza lo impuro,
no lo muestra,
lo aprende lentamente,
en mezclado silencio.
Su apariencia no cambia,
y sólo la belleza,
su sabor lo deleita.

martes, 23 de abril de 2013

Entrar ao outro

El paso del tiempo. Certamen I (Ciudad de la pintura)

Entrar no outro
en mi mesmo
a través do compás dun corte limpo.

Entrar ao outro no tento
que conspira na sombra,
Entrar na larada que abrasa
a pupila do tigre.

Entrar en min
como auga na terra,
Fuxir de min
como sangue na lastra.


Versión en castellano:

Entrar al otro, al yo mismo,
en el compás
de un corte limpio 

Entrar al otro
en el tacto que embauca a la sombra
en el fuego que abrasa la pupila del tigre.

Entrar en mí
como agua en la tierra,
Huir de mí
como sangre en la herida.

martes, 16 de abril de 2013

El forjador de tierra


El caminante sobre el mar de nubes. Caspar David Friedrich

Lograrás extender un milagro radiante,
tornar al forjador de la tierra en el viento,
abriendo manantiales bajo cielos de trigo.

Serás ruido... maestro sobre las estampidas
de la hora primera. Subsistirás diluido
en la templada savia del bosque de laurel
―penumbra de resinas y de excitados troncos.
Serás la tierra joven de humus negro y fecundo.

Germinando a través del ojo de las garzas,
verás la combustión de glucosa en las células.
Tibio te besará el labio del verano.
Un elixir carnal brotará en tu pletórica
morada, rebosante de fragancia y bullicio
―el sudor cristalino que clama en el aliento
de los vientres y huevos cuajados de criaturas.

El ocaso serás en la enlunada sien,
en el color febril que en las jaras delira.
Serás la palidez de un lago rico en aves,
lienzo que nutrirá los ojos de los niños,
el avizor silencio de su cuerpo espontáneo.

Serás un corazón de veloces latidos,
curvando como juncos la mañana pimienta,
la revuelta marina ―flanco añil del abismo.
Amarás el tumulto en toda la espesura;
allí donde las sombras celan tu desnudez
y la hierba se ciñe apretando tus muslos.

Serás la negra chova y el fantasma del Castro,
convocado en salitre, tormenta y aguacero.
Serás agua salvaje en su tránsito puro;
hundirás luz con piedra en un mar desmedido.

Tu destino será la sed de las estirpes
forjadas en la tierra ―mineral del olvido.
Pero regresarás divulgado en la sangre,
en relente de bruma, deshonrando a las Moiras.

Los cuerpos vivos

Las señoritas de Avignon. Pablo Picasso

Muere en los cuerpos vivos el purpúreo filo,
la antorcha solitaria de un espacio quebrado.
Yace en los cuerpos vivos el astro derrumbado
de confuso sabor a cosmos intranquilo.

Vierten los cuerpos vivos extracto de berilo,
desperdicio impaciente de bólido apagado.
Los cuerpos vivos abren un borde deshuesado
―el dolor de la médula de un caos en sigilo.

Es el cuerpo instantáneo la transacción hostil
que acrecienta en la piel un tacto quebradizo
―el barro del placer, ciego afán taciturno.

Todas las manos saben del delirio nocturno,
del tejido templado al fuego de un hechizo
que encandece los cuerpos de pálpito sutil.

Todo o tempo sen ti

Arbol seco. Fotografía de Gabriel

O estrago dunha dor harmónica
que lentamente
fende todas as canles;

o outro xeito,
non o inerte, senón
todo o tempo sen ti.


Versión en castellano:

La derrota de un dolor armónico
que lentamente
quebranta todos los cauces;
la otro forma,
no lo inerte,
sino todo el tiempo sin ti

sábado, 13 de abril de 2013

Al son del fundamento

Pez. Gabriel Celaya

"insofocable son del fundamento”
(del “Visita a Guanabacoa” José Ángel Valente)


Ao ollo que é puñal
cando o sangue arranxa toda a luz ao gume.

Á raíz esganada
na cobiza de ser
soñado insólito.

Á bágoa exsangüe
nun ventre ermo.

Á pena do laio da quenlla,
—ese que desbordou
co seu pranto o océano.

Ao ritmo
dun deus incandescente.

Ao son do fundamento.

Versión en castellano:

Al ojo que es puñal
cuando la sangre arrastra toda la luz al filo.

A la raíz estrangulada
en la urgencia de ser
soñado insólito.

A la lágrima exangüe
en un vientre yermo.

A la pena, al lamento del tiburón
―ese que desbordó
con su llanto el océano.

Al ritmo
de un dios incandescente.

Al son del fundamento.

domingo, 7 de abril de 2013

Cuerpo

Floresta. Max Ernst


Corpo,
de min afloras, reverencia
de inaccesíbel ceno,
rumor
de cinza derrubada

—ferida que na auga
se pecha sen a cicatriz.


Versión en Castellano:

Cuerpo,
de mí afloras, reverencia 
de inaccesible gesto;
rumor
de la ceniza desplomada

—herida
que en el agua 
se cierra sin la cicatriz.

jueves, 28 de marzo de 2013

Extremadura: cuando dejo tu luz



Embalse de Torrejon-Tajo. Parque de Monfragüe

Extremadura,
cuando dejo tu luz,
cuando dejo tus cielos y dehesas,
raíces como llamas
palpitan en las ubres de los campos,
se lamentan encinas y alcornoques,
enmarañados en sudarios blancos.

Me voy entre corrales
que expanden la esencia de Hervás,
con el impulso de la brisa
corriendo un laberinto de colores y sombras,
Me voy
con la luz de los ojos encendiendo la judería,
con el murmullo del rosal
agitado por un guante de gorriones.

Me marcho con los buitres en la paz de Monfragüe,
cuando los brotes de la lluvia
duermen el vientre de las nubes,
y a lo lejos, el Tajo serpentea
fantaseando aves en su espejo.

Me marcho,
Cáceres incendiada,
cuando suena la música amarilla
de oscuros limoneros
bajo el pálido nácar de la luna.



miércoles, 27 de marzo de 2013

Catedral

Catedral de León (Nave central)
Al poeta Julio González, leonés exiliado en Bilbao

Catedral, gigantesca luminaria
que enciende su armadura
en los tizones de la sombra.
La llama tras los gestos
profundiza en las máscaras.

Catedral, en tus vidrios el tiempo está apretado
como una granada madura.
Aquietan el silencio
dos aceros devueltos a tus flancos
mientras crece el misterio de un velado torbellino.

La piedra estalla
ante el delirio de color que arde
en tus fachadas,
y ya, las horas, libres de su encierro,
reposan absolutas en las calles.
Son
tiempo habitado
que progresa y madura.
Es tu inasible devenir
repartido en dos mundos
―erráticas entrañas golpeando luz y sombra.

Catedral, brasero de siglos,
estrella de aleteo intacto,
escinde tus enigmas
en una transparencia desollada.

martes, 26 de marzo de 2013

Comtemplemos el orbe superior

Noche estrellada. Vicent Van Gogh

“Miremos. En el orbe superior se entretejan
el firmamento cuádruple que sostiene el diluvio
y las inalterables estrellas planetarias”
Jorge Luis Borges

Triunfales, en el orbe superior,
las constelaciones se encauzan infiltrando la plenitud.
Es el orbe una redención de la carne infinita
y de todas las voces ultimadas.
Regálame el enigma,
el ritmo de esa melodía cegadora,
y observemos el orbe superior,
el número secreto tras la plata encendida.
los semblantes de la luz en frío naufragados.

Contemplemos el orbe superior,
los claveles de la obertura, la materia del tiempo.
Trencemos un diluvio en ese cementerio mineral.

Contemplemos, latentes,
los temblores de las centellas
los símbolos hipnóticos en piedra encandecidos

¡Y gritad siempre,
proclamad
que habéis sentido!

jueves, 21 de marzo de 2013

Contra los vidrios

Clothing store. Richard Estes.

Contra los vidrios
la seda de tus labios sacramentales,
tu lengua traducida a mariposas.

Tu esplendor es el semen que fertiliza el aire,
un coágulo ebrio del asombro,
el ascua de los vidrios
proyectando un hechizo sin murmullos,
o más bien sin sentir el brillo del olfato.

Contra los vidrios
he llegado al desollamiento
encaramado al éxtasis de tus muslos imberbes
con apenas la seda del dulce romavali.

Contra los vidrios
la codicia abandonada
al precipicio donde se escombran todas las tristezas
y el rencor del sentido defraudado.

Contra los vidrios
carnea el bronce de tus nalgas temblorosas.
Contra los vidrios
te estoy leyendo el alma.

Camino a Sevilla

Campo de amapolas

El silencio despierta,
huye y se esconde
en la hierba amarilla de este páramo
que, mancillado, extiende su pecho contra el cielo.
Crepitan pájaros inmóviles
en el azul más puro, en el deseo grana.

Una rosada pulpa
tiembla en sus muslos rubios.
Un jadeo cual eco que se oprime,
reflejo que transpira,
asciende rayando la tarde.
Nadie lo escucha.
El tiempo cabecea en un instante
desmesuradamente largo,

lento.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Percibo un rumor apacible

Grainval Near Fécamp. Claude Monet

Hay naves en el cielo, perdidas a lo lejos.
Marfil, la escarcha riela entre la bruma.
Es la rosa del alba: sol en la leche evaporada.

Percibo un rumor apacible de distancia remota;
cafeteras de acero calentando una memoria empantanada,
…aquellas carretillas trotando bajo el monte,
chocando descarriadas al pie de los cantiles.

A veces, se produce una señal
y desde su destello se siente la condena renovada;
el perfil de la pena se restituye líquido,
chorreado en la lluvia,
resbalando en la queja íntima de una omisión
o de un recuerdo pálido
—cualquier noción de un ser
gravemente desesperado.

Nada me importan ya los sesudos problemas de los hombres.
La furia sancionada de lo humano,
su llaga de violencia comunal, me desalienta.
Sólo deseo el labio ardiente, la palabra voraz,
una herencia posible en la belleza,
el impróvido vientre insomne,
enfebrecido en el carbón de un sueño
―armonía.

sábado, 16 de febrero de 2013

2058 unha odisea do espazo

Fotograma de 2001 Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968)


 a Rafel Calle,  2007 unha odisea poética dos foros Alaire.
              
Das cousas que regresan ao coñecemento.
De onde provén a lumarada
desa inmensa penetración.
Do xúbilo instintivo
creando o tempo.

Na fartura da natureza;
no colmo
de toda a súa acción
para sempre espida
e manancial.

Transcendido universo
ou celebrado mar
nunha cadencia interna
que agora pode ser.

O deus, ao fin,
un home calquera entre os homes;
o deus do nome,
introito de todos os nomes.



Versión en castellano:

Titulo: 2058 una odisea del espacio

            
a Rafel Calle, 2007 una odisea poética de los foros Alaire.

De las cosas que regresan al conocimiento.
De donde proviene la hoguera
de esa inmensa penetración.
Del júbilo instintivo creando el tiempo.

En la hartura
de la naturaleza,
en el colmo de toda su acción
para siempre desnuda
y manantial.

Transcendido universo
o celebrado mar
en una cadencia
interna, que ya puede ser.

El dios, al fin,
un hombre más entre los hombres;
el dios del nombre
principio de todos los nombres.


jueves, 7 de febrero de 2013

Pensa

Sirena alada. Urbano Lugrís

Pensa:

Torres albelas.
Pedra que xira nunha auga redonda.

O Alma toda a ceo raso.
A afección cansa do regreso.
A noite que se move
acougada,
confundida co misterio,
coas pedras que escintilan no solpor
nalgún camiño de retallos.

Torres albelas.
Pedra que xira nunha auga redonda.

O rosada da ave.
As areas do Sol.
O invencible bordo do medo.
Cadeas cheas,
cheas de homes e de terra.
Todas as febres
que se estilan á tarde
nalgún lugar sen corpo.

Torres albelas.
Pedra que xira nunha auga redonda.

O canto ha de acenderse
no cristal da pupila,
como o silencio á beira da verdade.

Torres albelas.
Pedra que xira nunha auga redonda.

Cintura azul
nunhas mans que a envolven
có imprevisto aloumiño
da carne branca

Pensa cos corpos e o pasado
non existen
pero vivimos
neles e para eles.

Torres albelas.
Pedra que xira nunha auga redonda.


Versión en castellano:
Piensa

Piensa:
Torres blanquísimas.
Piedra que gira en un agua redonda.

El Alma toda a cielo raso.
La inclinación cansada del regreso.
La noche que se mueve
serena
confundida con el misterio,
con las piedras que brillan en la bruma
en algún senda hecha jirones.

Torres
blanquísimas.
Piedra que gira en un agua redonda.

El rocío del ave.
Las arenas del Sol.
El invencible borde
del miedo.
Cadenas llenas,
llenas de hombres y de tierra.
Todas las fiebres
que se destilan a la tarde
en algún espacio sin cuerpo.

Torres
blanquísimas.
Piedra que gira en un agua redonda.

El canto ha de encenderse
en el cristal de la pupila,
como el silencio
a la orilla de la verdad.

Torres
blanquísimas.
Piedra que gira en un agua redonda.

Cintura azul
en unas manos que la envuelven.
con la espontánea
caricia de la carne blanca.

Piensa que el cuerpo y el pasado

no existen
pero vivimos
en ellos y para ellos.

Torres
blanquísimas.
Piedra que gira en un agua redonda.

lunes, 4 de febrero de 2013

Nas fontes vivas do corazón

Vista mariña. Urbano Lugrís

Sedelas moi sutís entretecen o aire
onde os insectos
remedan
o solpores de outono;
instantes acendidos que persisten
nos máis precarios
esquecementos;
na evocación do cristal da lagoa queda;
no adiáforo encanto que flúe do perplexo;
nos vasos lánguidos onde salientan
certos xeranios de desganada luxuria;
na intuición do inabarcable por fin aberto
ao crible ou ao auxilio dunha luz hermética;

e outra vez aquí
na finxida demanda da palabra,
nas fontes vivas do corazón.

Versión en Castellano:
En las fuentes vivas del corazón

Sedales muy sutiles entretejen el aire
donde los insectos simulan
los atardeceres de otoño;
instantes encendidos que persisten
en los olvidos más precarios;
en la evocación del cristal de la laguna quieta;
en la eventual belleza que germina de lo perplejo.
en los búcaros lánguidos donde asoman
ciertos geranios de desganada lujuria;
en la clarividencia de lo inabarcable
por fin abierto a lo creíble
o al auxilio de una luz hermética;

y otra vez aquí;
en la fingida demanda de la palabra,
en las fuentes vivas del corazón.

sábado, 19 de enero de 2013

Actualidad del 39

El periodista británico Raymond Walker arriesga vida cruzando bajo las balas el Puente international desde Irún hacia Hendaya llevando en sus brazos a un bebé refugiado.

En el presente año,
la tierra
se pobló de cadáveres;
los hombres
acabaron así,
como los días,
todos ellos muertos,
noche tras noche.

Se rindieron
desahuciados
por la traición pública.

El semblante avieso y feroz,
la sombra,
la conciencia, que nunca ya
pudo huir de sí misma.

Todo, en los asesinos,
es quietud y luz fría.

Mientras nos acompaña
el llanto agudo del violín,
vamos buscando los paredones.
Muchos no se resignan
a esos túmulos clandestinos
donde fueron devueltos
los humillados.

Se rindieron
vencidos
por la traición pública.

En medio de la nada,
los hombres
con cirios encendidos en las manos
buscan el Sol
al final de un mar
muy lejano.

El semblante avieso y feroz,
la sombra,
la conciencia que nunca ya
pudo huir de sí misma.

Todo, en los asesinos,
es quietud y luz fría.

lunes, 14 de enero de 2013

O primitivo compás


Fotografía de Xaime Oroza.: Dous miñatos

Saír ao encontro,
á feitura ou ao suco dunha estrela;
rastro
que a beleza retorna aos corpos
no sanguento revés da luz
ou na memoria
da súa ferida,
da súa eterna correspondencia.

Ás sen pegadas de vento
en plenaria caída aos ríos íntimos.
Chegar así ao encontro,
polo espertar do encontro,
cando as voces esquecen as palabras;
a quietude que recoñezo,
o alento
do seu primitvo compás.

Versión en castellano:

Ir al encuentro,
a la forma o al surco de una estrella;
rastro que la belleza restituye a los cuerpos
en el sangriento dorso de la luz
o en la memoria de su herida,
de su eterna correspondencia.

Alas sin residuos de viento
en plenaria caída a los torrentes íntimos.
Llegar así al encuentro,
por el despertar del encuentro,
cuando las voces
olvidan las palabras;
la placidez que reconozco,
el soplo
de su primitivo compás.

miércoles, 9 de enero de 2013

Para saír


Figura tumbada en el espejo. Francis Bacon.

Para saír
unha man
cara a dentro do espello
que nos retrate do exilio.
Fuxir de pronto
nunha degreta do visible,
camiño a non esquecemento
por arquitecturas
máis reais;
un absoluto
onde as palabras
copulan
cos seus avesos.
Así, tras unha pródiga preñez
gurgulla a materia dos ocos.

A inercia,
ese é o verbo da morte.


Versión en Castellano
Para salir

Para salir
una mano adentro del espejo
que nos devenga del exilio.
Huir de pronto
en una grieta de lo visible
camino al no olvido
por arquitecturas más reales;
un absoluto
donde las palabras
copulan
con sus contrarios.
Así tras una pródiga preñez
rebulle la materia de los huecos.

La inercia,
ese es el verbo de la muerte.



jueves, 3 de enero de 2013

O espazo do xerme

Blind Swimmer (Effect of a Touch). Max Ernst.

Sempre do portador das augas
ao creador da luz
o teu azo vai construíndo
a arxila do meu corpo,
o espazo do xerme,
fonte
onde eu comezo
a ser sucesión, ritmo,
tacto
onde a túa man
é causa da miña forma.



Versión en castellano

Siempre del dador de las aguas
al creador de luz,
tu aliento va alzando
la arcilla de mi cuerpo,
el espacio del germen,
donde yo empiezo a ser
sucesión, ritmo, tacto
donde tu mano es
la causa de mi forma.