miércoles, 6 de marzo de 2013

Percibo un rumor apacible

Grainval Near Fécamp. Claude Monet

Hay naves en el cielo, perdidas a lo lejos.
Marfil, la escarcha riela entre la bruma.
Es la rosa del alba: sol en la leche evaporada.

Percibo un rumor apacible de distancia remota;
cafeteras de acero calentando una memoria empantanada,
…aquellas carretillas trotando bajo el monte,
chocando descarriadas al pie de los cantiles.

A veces, se produce una señal
y desde su destello se siente la condena renovada;
el perfil de la pena se restituye líquido,
chorreado en la lluvia,
resbalando en la queja íntima de una omisión
o de un recuerdo pálido
—cualquier noción de un ser
gravemente desesperado.

Nada me importan ya los sesudos problemas de los hombres.
La furia sancionada de lo humano,
su llaga de violencia comunal, me desalienta.
Sólo deseo el labio ardiente, la palabra voraz,
una herencia posible en la belleza,
el impróvido vientre insomne,
enfebrecido en el carbón de un sueño
―armonía.

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