¿Es posible que una luciérnaga
muerta
extinga una tarde entera?
¿Es posible que un cuchillo
desangre
las arenas de una playa?
En un gesto posible, los límites
pueden acorralar
a las abejas del martirio.
Pero nada me importa,
porque siempre serán
míos el pensamiento y la naturaleza
sentimentales.
Siempre seremos,
en tu compañía, los mismos
que ya no somos, y en el desánimo,
donde aparecen
los huesos de la vida.
Sí, en tu compañía un instante cualquiera
podría desaparecer.
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