miércoles, 23 de noviembre de 2011

Casi, la rosa

la rosa

Socava la estación
—pudre la queja, la tiniebla y el coral melancólico.
Palpita una tierra en declive,
—un desierto de piel extrema.
Late y eso trasciende
para tener un mar soñando arena,
un cántaro de sangre y el fulgor en el cielo.
Pero el río tarda en volver
porque aún el agua es llama
y la sed una lengua seca.

Hace ya mucho tiempo,
cuando tú sonreías, ese río sudaba
y era el color
un estallido en el silencio.

—casi era, la rosa.

No hay comentarios: