miércoles, 25 de julio de 2012

A dónde he ido yo

La carreta voladora. Marc Chagall


Desde las máquinas o los gigantes
ladera abajo vierto,
en una pincelada roja,
la sangre distraída,
las colmadas riberas,
las lágrimas,
sus más hermosas crines.

Desde allí arrastraré la lluvia
precipitando sus brillantes pérgolas.
Ensancharé los créditos del cielo,
los *trueles errabundos sobre aquel despojo de nubes,
sus alvéolos atrapando todo el aire de los espejos.

Libraré a los insectos con sus sedas de vivaces crisálidas.
de élitros multiplicados y animosos.
Desde las más altas coronas
pronunciaré los términos del agua,
las voces que los hombres no revelan.

Sumergiré la desaparición.
Serán puros los ritos, infinita la luz.
Son los ojos sus sacerdotes.
La celebran, la sacralizan,
la mitifican.

Y tú, no llores más,
ya el amor es un polvo blanquísimo
que se extiende lentamente
por las cánulas de las manos.
Aproxímate a mí mientras franqueo la frontera diurna.
Sobre una tierra antigua continúo buscando
a dónde he ido yo todo el resto del sueño.

*truel (en galego).- Arte de pesca que consiste en un aro con una red en forma de saco, atado a un mango largo

domingo, 22 de julio de 2012

En el laberinto

The Making of a Fresco Showing the Building of a City. Diego Rivera

Hoy la luz del crepúsculo ha embrujado tus ojos
—Entra en el laberinto,
sumérgete en el caldo de las horas.
El juego de la sombra ya se mueve.
Habrá misterios, manos imprevistas.
Habrá vino, habrá sangre, mucha sangre.
Habrá cantos, imágenes posibles.
Habrá sexo. También tendremos mar.

Hablo del tiempo del caballo,
de la omisión vertiginosa,
de dioses en oscuros trípodes
y tactos cristalinos.
Perpetuamente el barro
arropará tus huesos jóvenes.
Aquí el aire es madera que arde y pasa;
ceniza ciega al sol... tiniebla,
la sombra desollada y su ala oscura;
puños con paso prieto y cielo clausurado;
plenitud de los sueños, condena prohibida.

¿Gozarías naciendo
en un abrir y cerrar de ojos?
Los adeptos al mar siempre dicen adiós.
Van navegando
con sus crateras llenas de salitre,
con sus relojes locos,
ciñendo los relámpagos
y la velocidad de su elegancia,
sobre todo su acorde de luz nítida;
con el oído hecho música;
el tacto, mano,
sabor;
y el ojo, Venus,
el cuerpo interminable,
olor

miércoles, 11 de julio de 2012

Cuándo será el día del sacrificio

People in the sun. Edward Hooper

Hay trampas de realidad que no pueden cuajarse:
por ejemplo: Trae la aurora el blanco universal,
la madurez del entusiasmo y la esperanza concluida,
todo gravemente preciso;
y se lleva la noche un animal voluptuoso,
la sinfonía
de lo que viene vaheando en los sueños.

Pero hay recorridos, profundas interioridades
donde la sangre
se ciñe definida, calando el cielo del espejo.
Algo así como cuando cae la estrella de la muerte
y la jornada vierte la luz de sus prostíbulos.
Es así la acerada médula de la congoja.
Es como un humo que socava el aire y acrecienta lo ilimitado.
Es la ruina triunfante bajo la hechicería de las flores;
sus seductores pétalos retuercen la imaginación
mientras el aroma se coagula al sol de medianoche.

Es el mar quien concibe a todos los navíos.
Pero es el hierro de los vientos
el que abre la espiral de los naufragios.
¿Cuándo será el día del sacrificio?
¿Hasta qué lugar llega la sombra?