lunes, 25 de abril de 2011

El hombre inacabado

Tríptico. Francis Bacon

Imaginarias, encendidas y reventadas músicas
Ah… sueño de ballenas y caballos hundidos.

Para ser un dolor completo
soy un impulso de latidos contrarios.
Para ser un hombre de piedra y ser un mar de miel
soy perennemente salvaje,
soy la guerra con toda su sangre insatisfecha,
soy un brazo y una montaña,
.......................soy un caballo.
Para ser la realidad soy la noche,
la espira inagotable de los sueños.
Para ser el océano
soy el estruendo atlántico de una ballena.
Para ser la mirada
soy una perspectiva imaginaria
abierta al otro lado de la nuca.
Para ser el amor
soy la culata roja del deseo,
que agarro por sus bordes húmedos
.............................................y aparto
en una flor de carne que se expande hacia el cosmos
mientras averiguo en la pena
la caricia callada,
la triste música,
la campana que no repique, que reviente
irradiando una exhalación desmembrada y oculta,
como sentida bajo tierra,
y sé que encuentro en ti
esa apostura de la piel tirante;
tú desnudas la blanca sábana,
.......................y allí desciendo
buscando el esqueleto de aquella lancha hundida.

Para ser el destino
soy el confuso plan de un hombre inacabado;
irremediablemente siento el derrumbe,
la caída sin fin, caliente,
mientras un ala avanza
como una llama hendida
que en el frío se alienta.

Y toda la sangre pasa
en el momento de enfrentar las manos,
estas manos de humo
siempre dando la forma a la ceniza.

1 comentario:

Andrei Langa dijo...

Y toda la sangre pasa
en el momento de enfrentar las manos,
estas manos de humo
siempre dando la forma a la ceniza.

...Me quedo con este final de poema, es algo muy original...

Un placer,
Andrei