sábado, 15 de septiembre de 2012

La lluvia arde

Playa. Joaquín Sorolla

Has de recoger la cosecha
de la nostalgia, y tendrás
de consumirla lentamente,
como las piedras se consumen en el río
o las mareas en la sombra.
La lluvia arde
cuando lo desterrado regresa del olvido.
La pluralidad del agua es renacimiento;
pequeños gérmenes
que se revuelven llenos de salitre
en playas gigantescas −ese espacio brutal
donde se postran
y mueren los relámpagos.

Todo se urde desde
un universo en vilo;
la destrucción se expande
como una ciudad sin límites.

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